Por Cristián Montero, socio fundador de Adactiva
Estamos finalizando un año complicado en materia económica, que nos ha golpeado a todos producto de la inflación que llega al 13% y el aumento de la Unidad de Fomento (UF) que se sitúa en torno a los 35 mil pesos. Estos factores golpearon también con fuerza al mundo emprendedor.
La inflación -como sabemos- implica un alza en el costo de la vida. Esto ha significado un encarecimiento de materias primas, insumos, arriendos y combustibles, lo que inevitablemente se traspasa al precio de productos y servicios, impactando en las ventas y en la reducción de los márgenes de ganancias.
Si a lo anterior sumamos el valor de la UF que en el transcurso del año -inesperadamente- ha aumentado su valor en cerca de cinco mil pesos, no es de extrañar que muchos se sientan asfixiados al iniciar el nuevo año, ya que dicho incremento afecta -por ejemplo- al valor de las cuotas de los créditos de consumo, y los hipotecarios; las primas de los seguros y muchos otros.
Todo indica que 2023 seguirá siendo un año complicado en lo económico. La Cepal (Comisión Económica para América Latina), de hecho, augura una desaceleración que se profundizará en la región y donde Chile será uno de los países que menos crecerá (-1,1%).
Y aunque el escenario se vislumbra complejo, en medio de un panorama recesivo y con un alza en el desempleo, siempre será una buena alternativa emprender, pero tomando en cuenta el escenario actual. Mientras que, para los que siguen batallando con sus negocios, el consejo es organizarse y ordenarse.
La semana pasada, por ejemplo, en Adactiva auditamos a una empresa que tenía doce millones y medio de pesos en cheques, que estaban guardados en un cajón. Se trataba de una empresa con clientes y buenas ventas, pero con un importante desorden en el ámbito administrativo. ¿Qué pasó? Muchos de sus clientes les pagaban con cheque a fecha, llegaban a la empresa, se lo entregaban a la secretaria y ella los guardaba en un cajón, sin ningún control y sin cobrarlos.
Mantener las cuentas claras, establecer un orden contable y tributario y ejecutar los inventarios críticos serán las claves para sobrevivir y no perder dinero en un año que será difícil según las estimaciones de los analistas y tal como ha reconocido el propio Gobierno. La organización y las cuentas claras pueden hacer la diferencia entre sobrevivir o perderse en las dificultades.