El mercado financiero en Latinoamérica siempre ha estado dominado por las instituciones
bancarias tradicionales y Chile no se escapa a esta realidad. Sin embargo, con el auge de la
tecnología financiera, surgieron nuevos actores, conocidos como Fintech (Financial Technology),
que ofrecen servicios financieros innovadores y eficientes a través de plataformas digitales, como
por ejemplo el pago móvil, la gestión de activos, créditos y servicios en línea.
Las Fintech son reconocidas por mejorar la accesibilidad y la inclusión financiera tanto para los
consumidores como para las empresas, además de representar una fuente importante de avance
en la industria. Debido a esta razón, Chile, como país pionero en innovación, no puede quedarse
rezagado. El 4 de enero de 2023, se publicó en el Diario Oficial la ley N° 21.521, conocida como Ley
Fintech.
Esta ley representa el reconocimiento oficial del impacto y el potencial que ofrecen estas nuevas
tecnologías en la prestación de servicios. Su objetivo es establecer un marco regulatorio que
promueva la competencia e inclusión financiera, garantizando al mismo tiempo la protección y
seguridad de los consumidores, pymes y startups. Con esta medida, se facilitará el acceso a más
opciones de financiamiento a menor costo, lo que impulsará el desarrollo y creará nuevas
oportunidades.
La ley 21.521 de Chile es un hito en la historia financiera y tecnológica del país, al abrir las puertas
a un mundo de posibilidades en la banca digital, ofreciendo a los consumidores acceso a servicios
financieros más convenientes, eficientes y asequibles.
Asimismo, Chile se destacará como líder en la región en la adopción de tecnologías financieras,
fomentando el crecimiento y desarrollo del sector, al tiempo que fortalece el ecosistema de
innovación de las empresas dedicadas a la tecnología en dicho ámbito.
Pero no todo es color de rosa, existen retos por superar, uno de los principales que enfrentarán las
Fintech será el perfilamiento de los clientes, esto con el fin de ofrecer los productos de forma
adecuada y mitigando los riesgos inherentes a quienes opten por los servicios; para lograrlo, las
entidades podrán requerir a los usuarios información sobre sus conocimientos y experiencia como
inversionista o persona financiera, su situación financiera y objetivos de inversión, ahorro,
financiamiento o aseguramiento, en atención al tipo de servicio o producto financiero que deseen
contratar, y deberán informarles acerca de las características y condiciones de éstos y los riesgos
involucrados.
En conclusión, la ley 21.521 representa un paso adelante en el fomento de la inclusión financiera y
la competencia en el mercado de capital chileno. Al permitir la entrada de nuevos actores, como
las Fintech, se impulsa la innovación y mejora de la prestación de servicios financieros. Además, al
garantizar la protección y seguridad de los consumidores, se fortalece la confianza y estimula el
crecimiento sostenible del sector. La implementación de esta legislación ejemplifica cómo la
tecnología puede mejorar la calidad de vida de las personas y promover el desarrollo económico
de un país.