En los últimos años, la penetración de los seguros de Crédito en el mercado chileno ha
experimentado cierto crecimiento, impulsado por diversos factores. Entre estos se destacan la
insolvencia provocada por el estallido social y la pandemia en algunas compañías, así como el
incremento del comercio internacional y la apertura de nuevos mercados. Estas circunstancias han
generado una mayor demanda por parte de las empresas para incorporar estas coberturas en sus
operaciones.
Uno de los sectores industriales que ha mostrado un fuerte interés en este tipo de protección es el
de las exportaciones, especialmente hacia Asia, con énfasis en productos como vinos y salmón.
Aunque nuestra principal exportación es el cobre, este producto generalmente no se asegura, ya
que involucra negocios internacionales en lugar de operaciones privadas. Sin embargo, en el caso
de las ventas hacia Asia, resulta imprescindible contar con este tipo de salvaguarda, dado que las
transacciones se realizan entre empresas particulares.
Por otro lado, los efectos del mercado han generado muchas quiebras en el ámbito de la
construcción, lo que ha llevado a que esta industria también muestre un gran interés en los
seguros de Crédito. Es comprensible que los proveedores vinculados a empresas constructoras o
aquellos que suministran materiales de construcción deseen obtener este tipo de cobertura, ya
que están atravesando un período posiblemente más riesgoso que en años anteriores.
La inclusión de mecanismos de protección financiera ha tenido un impacto positivo en el
comportamiento de las empresas, mejorando su acceso al financiamiento al salvaguardar su activo
más valioso, que son las cuentas por cobrar o las ventas. Al contar con esta cobertura, las
empresas pueden mejorar su reputación crediticia ante las instituciones financieras, ya que es
altamente valorado que estén protegidas contra posibles contingencias.
Actualmente, Chile tiene una mayor penetración del seguro Crédito en comparación con otros
países de Latinoamérica y se espera que siga creciendo, especialmente entre las pequeñas y
medianas empresas (pymes).
Hoy en día la mayoría de las coberturas se concentran en las grandes compañías, mientras que las
medianas empresas están empezando a acceder a ellas. Existe un problema operativo que dificulta
que las pequeñas empresas adquieran un seguro, y para abordarlo, las aseguradoras están
desarrollando productos más orientados a satisfacer las necesidades de este nicho específico, ya
que en la actualidad representa una oportunidad en el mercado de seguros de Crédito.
Contar con una de estas protecciones resulta muy beneficioso para las empresas, pues su objetivo
no se limita a ofrecer cobertura, sino también a proporcionar asesoría en la toma de decisiones
crediticias y en la recuperación de deudas. Es importante asegurar las cuentas por cobrar, ya que
representan un activo principal que a menudo no se protege adecuadamente. Su valor puede ser
subestimado al no tratarse de bienes tangibles. Este activo, que en gran medida está fuera del
control de la empresa, depende de la solvencia del deudor y de factores externos relacionados con
el cliente. Por tanto, asegurarlo se convierte en una necesidad vital para la estabilidad y
proyección futura de cualquier negocio.
En definitiva, en la actualidad es fundamental que los seguros de Crédito continúen su crecimiento
y expansión en el mercado nacional, especialmente dirigidos hacia las pymes. Llegar a un sector
masivo como este con un producto tan específico representa un desafío considerable. Sin
embargo, es ahí donde las aseguradoras y los corredores tienen una gran responsabilidad y tarea a
cumplir.
Leonardo Zamorano, gerente de administración y finanzas de Solunion en Chile