• Sáb. Oct 12th, 2024

La inteligencia artificial (IA), así como el desarrollo de aplicaciones inteligentes, sin duda alguna,
son las tendencias que dominan el escenario TI. De hecho, según Gartner, de aquí a 2026, más del
80% de las empresas habrá utilizado API’s o modelos de IA generativa, democratizando su
conocimiento y habilidades.


Ya somos testigos de que las aplicaciones inteligentes, enfocadas a la automatización de los
procesos, tienden al mejoramiento y optimización de la productividad, lo cual seguirá
perfeccionándose, precisamente gracias a la IA y el aprendizaje automático, entregando
experiencias cada vez más dinámicas, flexibles y adaptativas.


En el caso puntual de los ERP, la mayor tendencia se dirige hacia la interoperabilidad de los
sistemas, una suerte de evolución hacia un verdadero ecosistema digital de gestión, con
soluciones simples y escalables, capaces de integrarse a otros sistemas externos que, mediante
API’s, enlacen y automaticen el traspaso de información entre la solución y las plataformas
externas de clientes y proveedores, como bancos, instituciones financieras, sistemas de
calificación de mora, e-commerce, marketplaces, sistemas inmobiliarios y mucho más, lo que
permitirá a las empresas aumentar su productividad y eficiencia de manera significativa.
Ahora bien, la IA también es clave para la interoperabilidad y avance de estos ecosistemas
digitales, por ejemplo, a través de modelos predictivos que utilicen datos históricos, como ventas y
documentos tributarios, para apoyar a las empresas en sus controles de inventario y poder
mejorar sus ventas.

No obstante, la proliferación de la IA en este ámbito también implica importantes desafíos. Entre
ellos, la ciberseguridad, una normativa o marco regulatorio adecuado y la formación de talento
capaz y certificado que pueda no solo desarrollar aplicaciones inteligentes e interoperables, sino
que siga avanzando en todas las oportunidades que esta tecnología puede entregar.

Por Diego González, CEO de Defontana

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