• Sáb. Oct 12th, 2024

Santiago, 26-01-2024 – El mundo se enfrenta a una crisis de salud y bienestar: las enfermedades crónicas son responsables del 74% de todas las muertes en el mundo, una cifra que ha aumentado de 61% en la última década. Sin embargo, un 80% de estas enfermedades, incluidas las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y la diabetes de tipo 2, pueden prevenirse mediante cambios en el estilo de vida.

Pequeños hábitos cotidianos, como caminar, meditar, dormir lo necesario, y comer una dieta balanceada, pueden reducir sustancialmente el riesgo de padecer enfermedades graves, lo que reafirma la necesidad de actuar tanto individual como colectivamente para fomentar estilos de vida más saludables.

Sin embargo, para saltar la brecha entre la teoría y la práctica en la adopción de estilos de vida saludables, es necesario un planteamiento distinto, dinámico e innovador. Las campañas de
concientización pública son cruciales, pero deben ir acompañadas de incentivos tangibles que
motiven a las personas a tomar y mantener hábitos saludables.

En este contexto, las compañías de seguros, en particular las de vida y salud, emergen como actores clave. Más allá de su rol tradicional, tienen un interés directo en el bienestar de sus asegurados; clientes más sanos viven más, pagan más primas y presentan menos siniestros.
Beneficiando tanto el bienestar del individuo como la rentabilidad del asegurador. En Estados Unidos, apenas un 3% de los 4 billones de dólares de gasto en salud se destinan a la prevención. Sin embargo, la mayoría de las enfermedades y muertes en el mundo se deben a estilos de vida poco saludables. Es aquí donde las compañías de seguros tienen la oportunidad de redistribuir recursos, desde la protección o pago de siniestros, hacia la prevención para incentivar comportamientos más saludables, alineando sus intereses financieros con el bienestar de sus clientes.

Por ejemplo, si un cliente con una póliza de seguro de vida de cien mil dólares falleciera, la compañía tendría que desembolsar esta suma. Lógicamente, si pudiesen, las aseguradoras preferirían invertir una parte de este monto en mantener e incentivar la salud de este asegurado para aumentar su longevidad y prevenir enfermedades de alto riesgo.

Pero hasta hace poco, dichas compañías no disponían de los medios para identificar esas oportunidades ni de la plataforma para invertir en el bienestar de sus clientes. Tampoco existía la IA y su capacidad de análisis de gran cantidad de datos con capacidad de conducir a evaluaciones de bienestar personalizadas, prediciendo los riesgos de salud individuales con precisión.

Hoy, hay más de 5 billones de dólares de reservas de capital en el balance del sector asegurador de Estados Unidos que están ahí principalmente porque el riesgo de los seguros de vida se ha calculado de manera incorrecta durante los últimos 30 años, por falta de datos reales y actualizados respecto al riesgo individual. Hoy las aseguradoras disponen de la tecnología necesaria para desbloquear esa enorme cantidad de dinero y utilizarla para fomentar la salud y el bienestar de sus asegurados, lo que mejora notablemente los resultados de esas compañías de seguros. En Betterfly, estamos construyendo esta plataforma.

Durante los últimos cinco años, Betterfly se ha transformado en la plataforma de protección y beneficios más grande de Latinoamérica, trabajando con compañías de todo tamaño para fomentar la salud y bienestar de sus clientes y equipos. Durante este tiempo hemos estado construyendo una infraestructura que combina los mundos de los seguros y el bienestar con un motor de gamificación, con impacto social, que fomenta una vida saludable. Hoy nuevas tecnologías, particularmente IA, nos están permitiendo entregar soluciones que hasta hace poco eran impensadas.

Llegando de una semana en Davos en el encuentro del Foro Económico Mundial, del que formo parte del centro para la nueva economía y sociedad junto con líderes de tecnológicas como OpenAI y Microsoft, pude compartir y discutir estos temas en profundidad. La Inteligencia Artificial ocupó la mayor parte de la agenda del Foro. A lo menos el 80% de los temas que se tocaron, desde a lo menos alguna perspectiva, ponen a la IA como un elemento que será crucial en lo que se viene para el mundo.

Para mi sorpresa, el área donde se ve mayor impacto de la IA es como desencadenar recursos para mejorar la calidad de vida de vida de millones, a través de la prevención y la híper-personalización de soluciones a medida. Mediante el uso de IA, hoy podemos identificar patrones de comportamiento y factores de riesgo específicos, lo que permite la creación de planes de salud y bienestar adaptados a las necesidades individuales. Esto no sólo permite diseñar y fomentar programas de cambios de hábitos a escala, sino que también potenciar la prevención de enfermedades, contribuyendo a una mayor longevidad y calidad de vida de la población.

Se discutió ampliamente sobre el futuro del trabajo y el papel esencial que juegan empleadores y organizaciones en fomentar una sociedad más saludable. A través de sus programas de beneficios, las empresas son clave en desarrollar equipos más saludables, influyendo en las decisiones de estilo de vida y la prevención de enfermedades crónicas. Este enfoque en la salud y el bienestar no solo beneficia a los colaboradores, sino que también es un factor estratégico para aumentar el compromiso y la productividad en los equipos. Al igual que las compañías de seguros, esto repercute directamente en la rentabilidad y resultados de las empresas.

En este contexto, las compañías de seguros y los empleadores desempeñan un rol crucial, convirtiéndose en aliados fundamentales en esta cruzada. Este enfoque no sólo tiene sentido desde el punto de vista económico, sino que también se ajusta a una visión más amplia de la responsabilidad social corporativa, en la que las empresas contribuyen de forma significativa al bienestar de las comunidades a las que sirven.

Para esto, la colaboración entre las aseguradoras, las empresas y otros socios estratégicos será clave para desbloquear un futuro en el que la salud y el bienestar no sean meras aspiraciones, sino realidades alcanzables para todos. Y si se ejecuta correctamente, este enfoque tiene el potencial de desencadenar la mayor cantidad de recursos dedicados al bienestar humano y la prosperidad que el mundo haya visto jamás.

Por: Eduardo della Maggiora, Fundador y CEO de Betterfly

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