Construyendo Resiliencia en Medio de la Adversidad: Nuestros ríos en épocas de sin lluvias. Por Freddy Faúndez, Aymapu Family Foundation

En un paisaje natural, donde convergen el río Cachapoal y la interacción humana, emerge una lección crítica sobre la importancia de la educación ambiental, el emprendimiento y la innovación en la lucha contra los estragos del cambio climático. Las pasadas inundaciones de invierno en las comunas de Coltauco y Doñihue, desencadenadas por las desbordadas aguas del Cachapoal, han puesto de manifiesto la urgente necesidad de repensar nuestro enfoque hacia la sostenibilidad y la resiliencia climática aun cuando estamos fuera de la temporada de lluvias.

La afectación del caudal original de nuestros ríos, y la erosión de sus riberas, son indicadores claros de la falta de comprensión ambiental. La sobreexplotación de los recursos hídricos y la ausencia de prácticas sostenibles, han contribuido alterando el equilibrio natural de las cuencas hídricas, mismas que son soportes ecosistémicos en diferentes niveles naturales. Para abordar este problema, es imperativo que integremos la educación ambiental en todos los niveles, cultivando una conciencia que nos lleve a respetar y preservar nuestro entorno.

Pero no es suficiente educar; debemos emprender. El emprendimiento ambiental se erige como un pilar fundamental para la construcción de ciudades modernas. Enfrentar la crisis climática requiere el desarrollo de soluciones innovadoras y la creación de modelos de negocio sostenibles; pero también que el aporte estatal sea certero en un concepto más ambicioso: la resiliencia climática.

La resiliencia en las zonas urbanas se entiende como la capacidad de mantener los servicios o sistemas que la ciudad entrega a sus habitantes, sin ser alterados o suspendidos frente a eventos externos. Lo contrario es la fragilidad, donde a causa de un evento puntual, el tejido social y los servicios se ven profundamente afectados. Estos servicios pueden ser la seguridad, la comunicación, la conectividad vial, los servicios de salud, agua potable, la electricidad, etc. En este panorama, la innovación se revela como el catalizador que impulsa el cambio. Desde la invención de nuevos materiales ecoamigables hasta la adopción de prácticas agrícolas sostenibles, la innovación se convierte en la fuerza motriz que puede remodelar nuestras ciudades y revitalizar nuestros ecosistemas, permitiendo dotar de nuevas herramientas a la sociedad y a las ciudades.

Volviendo nuestra mirada hacia el río Cachapoal, el recordatorio de las inundaciones nos urge a reconsiderar la gestión de residuos y la convivencia con nuestros ríos en general. La falta de un enfoque efectivo para dar un nuevo uso a los residuos contribuye a la contaminación y la degradación ambiental de nuestros ríos. Aquí es donde la creatividad y la innovación pueden converger para transformar lo que consideramos «desechos» en recursos valiosos.

En la Aymapu Family Foundation, se gestan iniciativas para educar sobre la gestión de residuos, transformándolos en elementos útiles a través de procesos innovadores. Este enfoque no solo aborda la problemática ambiental, sino que también genera oportunidades económicas y fortalece la resiliencia comunitaria.

Con todo lo anterior, en la lucha contra el cambio climático y la construcción de ciudades resilientes, la combinación de educación ambiental, emprendimiento e innovación es esencial. Aymapu Family Foundation, con su enfoque integral, demuestra que es posible crear un impacto positivo y sostenible. Pese a que en estos momentos tenemos temperaturas propias de un verano en crisis climática, no olvidemos que el invierno se acerca, y este llamado a la acción nos insta a seguir trabajando incansablemente para forjar un futuro más sostenible y resistente a los desafíos que la naturaleza y los efectos que en ella hemos generado, aun incluso cuando estos no se manifiesten durante todo el año

Freddy Faundez
Director Vertical Acción por el Clima
Aymapu Family Foundation

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