Una vez más Congreso Futuro nos sorprendió como un encuentro imperdible para entender y
acercarnos a los avances de vanguardia en materia científica y tecnológica. Esta vez, la estrella fue
a Inteligencia Artificial, IA. Evidentemente, es una tendencia con un potencial incalculable, pero
que tiene importantes retos para toda la sociedad, no solo para quienes estamos inmersos en el
mundo de las tecnologías de la información y comunicaciones.
Claro, tenemos el desafío de acercar la IA a las personas, en su trabajo, en los estudios, en los
distintos y diversos ámbitos de acción. No solo para una mayor productividad laboral, sino
también para el entretenimiento, el aprendizaje y una mejor calidad de vida. No obstante, ese reto
también implica cuidado, es decir, un marco ético y regulatorio.
Para adoptar la IA y sacarle el mayor provecho, es necesario antes que nada completar la
transformación digital de las empresas y de las personas. Aún existen regiones en Chile y
Latinoamérica muy atrasadas en esa materia. La brecha digital, lamentablemente, es todavía una
realidad para muchos.
Aquí surge la necesidad de construir y potenciar una cultura digital más allá del simple hecho de
saber interactuar con una máquina. Tiene que ver, por ejemplo, con la ciberseguridad y cómo las
personas puedan tener la capacidad de discernir, por ejemplo, ante una fake news o una estafa
digital. No hay que olvidar que la IA, tristemente, en manos equivocadas, también se presta para
ese tipo de ilícitos.
Asimismo, se requiere de talento especializado. Entonces, es importante peguntarse cómo
generamos ese talento y cómo lo retenemos para desarrollar, implementar y mantener la IA,
sobre todo, considerando la enorme escasez de técnicos y profesionales que existe en TI. Al
respecto, según ManpowerGroup, el 79% de las empresas de TI tienen problemas para cubrir ese
tipo de vacantes.
En definitiva, estamos ante una tremenda tecnología que nos impone grandes retos en todos los
aspectos. Para que la IA llegue a todos y sea para todos, tenemos que trabajar en estos desafíos y
aprovecharlos como una oportunidad de crecimiento y desarrollo.